Así empezó esta historia. Como muchos emprendimientos en Colombia.

Un buen día cuando su fundadora Constanza Vaca llevaba a sus niñas al paradero de la ruta, una vecina se acercó con esta pregunta; era claro que ya “Connie” tenía un reconocimiento dentro de la comunidad por su inquietud y buen gusto al hacer obras manuales en Scrapbooking y chocolates.

Con el pasar de los años, la afición se convirtió en su oficio; oficio hecho con amor, dedicación y con muchas horas de trabajo buscando y recorriendo la ciudad para encontrar lo mejor para sus ideas.

Así nació Petunia y Cocholata, entre cajas, cintas, flores, frutas, tijeras, bisturís, cartones, colores... Entre pedidos, situaciones y eventos que reafirmaron su convicción y cualidad de resaltar la belleza de la vida.

La alegría. La felicidad. Sustantivos poderosos que se recogen en la entrega de cada uno de sus regalos. No hay mayor motivación que ver la sonrisa de las personas al recibir un regalo, una caja llena de sorpresas o una sencilla flor para celebrar.

Esta es la historia hasta el día de hoy. Lo invitamos apreciado lector(a), a hacer parte de ella.